La Fiesta de Alasita se festeja principalmente en la ciudad
de La Paz, constituye la más importante muestra artesanal de la ciudad, son dos
semanas y media de miniaturas, juegos de azar, comidas y tradición. se realiza
el 24 de enero, al inicio del solsticio de verano y se prolonga oficialmente
hasta el 4 de febrero, aunque generalmente permanece hasta fines de ese mes y
no será la excepción la Alasitas 2017.
La feria de Alasitas se celebra en honor al Ekeko, un ídolo
familiar aymara que simboliza la fecundidad, la alegría, la abundancia y la
prosperidad. Se trata de un personaje rechoncho y sonriente que se va cargado
de una variedad de productos en miniatura, de primera necesidad y también
otros, que simbolizan lo que cada persona ansía obtener como casas, vehículos,
dinero, etc. El motivo original religioso, fue transformándose en una devoción
profundamente arraigada hacia el antiguo Dios de la Abundancia, el Ekeko.
Por un momento, las personas dejan de lado sus actividades y
preocupaciones cotidianas y salen a las calles para comprar las
representaciones de sus sueños y luego ofrendan sus nuevas pertenencias a este
dios de la abundancia y a los santos.
Durante esta celebración el tiempo parece detenerse, aunque
paradójicamente la ciudad está más conmocionada que de costumbre. Es natural,
el dios de la abundancia está llegando como cada año y trae una carga de
fortuna para los que creen en él.
La fe es tal y las necesidades tantas, que el campo ferial
ya no es el único lugar de reunión para quienes salen de sus casas y oficinas
llevando aquellas miniaturas que representan sus máximas aspiraciones
materiales.
Alasitas tradición extendida al mundo
“Alasitas” de la palabra en aymara Alasiña que significa
Comprar para sí. Es la celebración al Ekeko, el dios de la abundancia a quien
se le obsequia miniaturas, para convertir los sueños en realidad, por ejemplo:
los billetes para que no falte dinero, la maleta para ir de viaje, un coche
para tener uno, las canastas llenas de conservas para que no falte alimentos
durante todo el año, un saco de granos de cereales para la buena cosecha, una
pequeña tienda para que prospere el negocio que se tiene, una negrita o un
negrito de yeso para tener una pareja.
Según la tradición todas las personas acuden, justo al medio
día del 24 de enero, a la compra de las miniaturas que deben ser cha’lladas por
el Yatiri con incienso, alcohol, vino y posteriormente bendecidos en una
iglesia católica, pues así éstos se harán realidad durante el presente año.
La costumbre también dice que el Ekeko tiene que ser
atendido todos los martes y viernes poniendo en su boca un cigarrillo encendido
y nada le faltará a la familia. Se dice que para tener un mayor efecto, es
necesario que el Ekeko sea un regalo de amigos o familiares que desean la
prosperidad.
El origen de las Alasitas se sostiene en mitos y leyendas
Las investigaciones del sociólogo especialista en patrimonio
cultural, David Mendoza, muestran que la celebración de las Alasitas y su
relación con el Ekeko no han dejado evidencias escritas acerca de su origen.
Sus antecedentes más conocidos están sostenidos en mitos y leyendas.
Esta festividad de la miniatura se celebra en la ciudad de
La Paz al mediodía de cada 24 de enero, y en diferentes fechas en el resto del
país.
Los autores más conocidos que escribieron sobre esta
festividad fueron Antonio Paredes Candia, Rigoberto Paredes, Antonio Díaz
Villamil, Carlos Ponce Sanjinés, Ernesto Cavour y Arthur Posnasky, cuyas obras
están envueltas en leyendas y mitos sobre la feria y el personaje en miniatura.
El nombre de Alasitas tiene diferentes
significados, en aymara el más conocido es el reflexivo "cómprame".
"Trata de la compra de las illas, ispallas (amuletos, imágenes),
miniaturas con el atributo de volverse reales, en medio de un ritual celebrado
por el yatiri (adivinador) a las 12.00. Antiguamente, indígenas de comunidades
venían a la feria a comprar illas, ispallas, animales y semillas, y duraba un
día hasta dos, pero hoy dura como 15 días".
Las versiones sobre el origen geográfico de la festividad
son diversas, pero coinciden en que sucede en la región andina de Bolivia. Unos
autores dicen que es en Tiawuanaku (antes Kollasuyo), en los pueblos kallawayas
(enclave quechua) y otros en Chuquiago Marka (ciudad de La Paz), todos en el
departamento de La Paz.
Sobre Chuquiago Marka, una versión dice que estaba formada
por comunidades y ayllus, y la Alasitas habría nacido en la actual zona de
Santa Bárbara, antes ayllu Uturuncu. Posteriormente la exposición recorrió por
la plaza Murillo, la plaza San Francisco, el paseo El Prado, la Terminal de
Buses y la avenida Tejada Sorzano, hasta asentarse en el ex Parque de los Monos
o campo ferial.
Esta afirmación fue abstraída de una obra de Antonio Díaz
Villamil, pero Mendoza observa que no existen pruebas para afirmar que,
evidentemente, en 1781 se haya instaurado oficialmente la Alasitas.
Tres versiones sobre el origen de las Alasitas
El investigador Galo Illatarco elaboró el estudio Alasitas:
Festividad ritual del Eqeqo y las Illas. Una tradición andina viva, en la que
analiza tres versiones y coincidencias sobre esta tradición.
La primera versión que comparte Illatarco dice que la
Alasitas deriva del verbo aymara Alathaña (comprar), es una festividad sagrada
de culto a la deidad andina de la reproducción y la fertilidad animal, vegetal
y humana, de la buena fortuna, del amor y propiciador de las uniones sexuales
(Ekeko), es además una festividad prehispánica celebrada en el Qhapaj Raymi
cada solsticio de verano (21 de diciembre), caracterizada por la presencia e
intercambio de dijes y miniaturas como símbolos de la tradición andina.
La segunda explicación dice que Alasitas proviene del verbo
aymara Chhalaqa o Chhalaqasiña (intercámbiame). En el pasado habría sido un
ritual sagrado (en el Qhapaj Raymi) dedicado al dios Sol con la presencia del
Eqaqo Illa a través del intercambio de miniaturas illas, llallawas e ispallas
que representan la fuerza reproductiva de los objetos, alimentos, animales y
personas o símbolos con poderes reproductores y propiciatorios de producción y
fertilidad.
Una tercera versión señala que Alasitas derivaría de la
festividad incaica llamada Sitwa o Alaui Situa y sería una fiesta ritual del
Eqeqo, de las takas y de las illas vinculadas a la fertilidad y a la salud,
supuestamente realizada desde el 21 de septiembre hasta el 21 de diciembre.
En conclusión Illatarco considera que actualmente la
Alasitas es "una festividad paceña de carácter cíclico y se caracteriza
por la tradición de adquirir, intercambiar y/o comprar illas de muchos tipos y
formas vinculadas a la producción agrícola y ganadera, a la fertilidad vegetal,
animal y humana, y en general, al bienestar material, físico y
espiritual".
Tanto Illatarco como Mendoza coinciden en que no se conoce
información fehaciente de esta fiesta en el momento de la fundación de La Paz.
El Ekeko
El Ekeko es un muñeco de terracota que puede presentarse en varios tamaños, pero que generalmente tiene alrededor de 20 cm de altura. Representa a un hombre con las típicas vestiduras de la región andina, de su cuerpo cuelgan pequeñas bolsitas, que a modo de alforjas contienen cereales, tabaco y billetes enrollados. El poseedor del Ekeko puede agregar nuevas ofrendas en miniatura que se colgarán de la estatuilla o se ubicarán a su lado, representando aquello que se desea obtener.
Ekeko en Alasitas
El Ekeko era considerado por los antiguos collas como el dios de la fortuna y la prosperidad, según las creencias este ídolo se encargaba de traer al hogar fortuna y alegría, además ahuyentaba las desgracias, debía ser el compañero inseparable de la familia. Pero también se cree que es vengativo, ya que si no se le presta atención castiga quitando todo lo que su dueño tiene o con enfermedades, una de las formas de rendirle culto, y para lograr los favores solicitados, hay que hacer "fumar" al Ekeko en el momento en que se pone el objeto, la figura presenta un hueco en la zona donde debería estar la boca, y es allí donde debe colocarse un cigarrillo encendido. Si el deseo o pedido es aceptado, del cigarrillo saldrá humo como si realmente el Ekeko fumara.
En ese marco, todo lo que uno quiere poseer en el año se compra en Alasitas, además de objetos en miniatura: casas pequeñas, bolsas de arroz, de azúcar, fideos, pan, se pueden adquirir artesanías en mimbre, barro, madera, ropa de alpaca, vicuña, instrumentos musicales. Por el principio de la magia imaginativa, la gente del campo adquirirá con preferencia, figuras de animales, vacunos, ovinos, llamas y aves, camiones, camionetas, bicicletas; que representaban las necesidades de su entorno, en cambio, se prepara para los vecinos de las ciudades: casas, edificios, artículos de construcción, palas, ladrillos, celulares y dinero, para ello ya se imprimen bolivianos, dólares y euros